Historia de la tecnología de la fotografía I


La simpleza de la interpretación, brevísima revisión del trabajo del fotógrafo Henrieke I. Strecker
El artista Alemán Henrieke I. Strecker trabaja con el concepto de  lo “simple”,  explica que su  intención es revelar la esencia de los sujetos y del tiempo, trabaja con cianotipos por su interés en la simplicidad, ya que no es necesaria la utilización de instrumentos tecnológicos avanzados para crear imágenes hermosas.[1] Si deseamos comprender mejor el concepto de Strecker será necesario exponer el significado de la palabra simplicidad, su etimología dice:
 -de la raíz latina simplus que quiere decir una vez, no compuesto, no combinado, fácil.-[2]
  De la serie Snow Poems, Cianotipia virada
Si comparamos el significado de la palabra “simple” con el concepto del  fotógrafo nos damos cuenta de la oposición de ideas: él afirma que desea mostrar la esencia de los “sujetos y el tiempo”, situación que sin duda alguna carece de toda “simplicidad”, pero que parece interesante si la yuxtaponemos con la técnica de la cianotipia. No es necesario utilizar técnicas sofisticadas de fotografía para representar conceptos, ideas o esencias. La complejidad viene en el proceso interpretativo, cuando el sujeto aprecia la fotografía y la hace suya.Una de las imágenes por las que decidí hablar de Strecker es la que se muestra a continuación. 

 Esta imagen está cargada de un simbolismo que relaciono de manera profunda con la primera vez que vi la nieve y la impresión que me causó hacerme consiente de los diferentes tipos de luz observados durante el invierno. Al mencionar esto, la fotografía ya no es la misma que vimos en un principio, ahora se ha convertido en un objeto adoptado por el espectador (en este caso yo), un objeto que carece de “simplicidad” porque está dejando al descubierto mi esencia en un periodo del tiempo específico. De esta manera  el propósito del artista se cumple en dos instancias: por un lado muestra la esencia del momento en el que la fotografía fue tomada y por otro muestra mi esencia como espectadora al momento de dar mi interpretación.


[1] Henrieke I. Strecker,http://www.cyanotype.de/about.html, 15 de agosto 2010.
[2] Gómez de Silva, Guido. Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Española. Fondo de Cultura Económica, 2006, México D.F, 736 pp.



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France Scully y Mark Osterman
Conocí al matrimonio Osterman en el año 2007 cuando vinieron a México a dar un taller sobre el proceso fotográfico del Colodión Húmedo sobre placa de vidrio. Esta experiencia me llevó a interesarme por su trabajo y más aún en la manera en la que lo desarrollan. Su manera de trabajar no sólo recae en el hecho de recrear procesos fotográficos antiguos, sino que también reproducen y trabajan el ambiente de la época en la que estos procesos fueron inventados. Esto provoca que su obra esté cargada del “aura” de la que Walter Benjamin habla:
[El Aura] es un entretejido muy especial de espacio y tiempo…Reposando una tarde de verano, seguir la línea montañosa en el horizonte o la extensión de la rama que hecha su sombra sobre aquel que reposa, eso quiere decir respirar el aura de esas montañas, de esta rama.[1]
En el mismo libro del cual se obtuvo esta cita, el autor expone que el “aura” esta muchas veces en peligro de destrucción y esto se da por el afán de las masas de “acercarse las cosas” mediante su reproducción. [2] (¿Qué hubiera sido de Walter Benjamin si hubiese vivido en el siglo XXI?). Es claro que no siempre es posible acercarse a la obra original y que la mayoría de las veces contemplamos imágenes de las imágenes. Y aunque tal vez carezcan de “aura”, la copia de la copia presenta un “soplo” que viene dado por nuestra interpretación.
Un ejemplo claro lo brinda la serie de fotografías de France Scully Osterman titulada “Sleep” (http://www.collodion.org/gallery.html), copiada de la imagen de la página de internet que quizá se obtuvo del escaneo de una impresión de papel salado y que a su vez se generó de un negativo de colodión. 

Lazslo and Carole, ©France Scully Osterman; waxed salt print from collodion negative
Kate and Jon, ©France Scully Osterman; waxed salt print from collodion negative
 


[1] Benjamin, Walter. La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, Itaca, 2003, México, p. 47.
[2] Ibidem.






Del deterioro de las pasiones humanas

Artículo publicado por el primer conservador fotográfico Dr. Sylbvester Stoegair
 en la Gaceta Fotográfica Vienesa el 2 de noviembre de 1887  
Traducción del alemán al español por Bernhard Baez.

Nota Introductoria: Este artículo fue publicado por el Dr. Sylbvester Stoegair
cuando atravesaba  una separación con su amante Jertrud Zentelar.

Me he estado cuestionando de forma regular sobre la permanencia de las cosas, esto me ha llevado a reflexionar sobre la cualidad efímera que se presenta en la existencia del hombre. He comprendido, después de algún tiempo porque decidí entrar al campo de la conservación. Quizá esto tiene que ver con que a veces no tolero la idea de que las cosas lleguen a un fin y con el afán de prolongar la vida de los objetos y las afecciones que uno deposita en ellos opté por una disciplina que busca mantener la permanencia de la relación objeto-sujeto. Es claro que la idea de lo efímero puede verse plasmada en la fotografía y de forma particular con el deterioro de las imágenes. Cómo conservador de fotografías busco la durabilidad de la imagen pero hay que tomar en cuenta que esto es un ideal.
Los procesos fotográficos como el daguerrotipo y los papeles salados expuestos sin protección al aire del medio ambiente llegan a formar productos de corrosión o se comienzan a desvanecer, lo mismo acontece con las pasiones, si estas no se protegen pueden llegar a desbordarse y cuando se desbordan terminan por perderse.
De los ambrotipos sabemos que es una técnica frágil debido a su soporte de vidrio y que si sufren un impacto pueden romperse, así sucede en la existencia humana, en particular con la exaltación de la tristeza, si uno no sabe cómo manipularla se cae en un “goce” en el cual el ser humano puede instalarse con el alma resquebrajada sin salida aparente.
En los ferrotipos se formarán productos de corrosión si no son aislados de humedad o agentes contaminantes, dado que su soporte es una placa de hierro. Si el alma de deja a la intemperie se comenzarán a formar algunos productos que nada tienen que ver con su esencia íntima.
Los cianotipos presentan desvanecimiento de la imagen y las albúminas pueden generar amarilleo si se les prolonga demasiado tiempo a la luz.  Que sucede si uno deja sus sentimientos totalmente expuestos de la misma forma que lo hacen estas dos técnicas fotográficas: seremos capaces de mostrar lo que llevamos en nuestro interior, pero al mismo tiempo quedamos demasiado expuestos y vulnerables.
Los platinotipos son un poco más estables, pero aún así no están exentos de deterioro y pueden presentar cierta decoloración en el soporte dado el carácter catalítico del platino. De igual manera podemos decir que los sentimientos hermosos pueden transformarse en atroces pensamientos  debido a la presencia de un agente catalizador.
Nuestra vida cómo la materia que compone a las imágenes fotográficas está en constante transformación y cómo en una reacción oxido -reductora siempre se presentan pérdidas y ganancias.

[Todo lo que usted acaba de leer es mera ficción, o tal vez no…]
Beatríz Torres Insúa
 

Bibliografía
Lavédrine, Bertrand. A guide to the preventive Conservation of Photograph Collections, The Getty Conservation Institute, Los Angeles, 2003, 270 pp.



Crónica de la experiencia albuminada
 Ese día llegué muy temprano y esperé leyendo un libro de Jaume Radigales  sobre un estudio crítico de la película de Luchino Visconti: Muerte en Venecia. Después de un rato de esperar llegaron mis compañeros de la Especialidad de Restauración y Conservación de Fotografías, nos quedamos de ver a un lado del templo mayor, porque trabajaríamos en el laboratorio fotográfico de la Dirección de Arqueología del INAH. Al entrar  a las instalaciones el policía nos dijo que el cuarto estaba cerrado con candado, esto me impaciento un poco, porque pensé que no íbamos a lograr entrar y por lo tanto no habría realización de albúminas. Porque se me olvidó mencionar que nos quedamos de ver para realizar un video sobre la preparación de albúminas para la clase de Historia de la Tecnología de la Fotografía. Después de un rato el policía rompió el candado del laboratorio y pudimos entrar.
Del momento en el que entramos al momento en el que comenzamos a trabajar hubo un gran lapso de tiempo, no podíamos ponernos de acuerdo. Después de un rato de dialogar por fin cada uno de nosotros escogió una tarea y comenzamos a trabajar. La preparación de la albúmina ya estaba realizada, por lo que comenzamos a aplicarla por medio de inmersión y brocha en un papel fabriano que Isis llevó.
Después los pusimos a secar y comenzamos con el proceso de sensibilización con el nitrato de plata dentro del cuarto oscuro. Como ya era un poco tarde Gisela y Maia se ofrecieron a traer comida para todos, mientras tanto nosotros comenzamos a exponer los papeles tras haber sido sensibilizados y secados. Cuando Maia y Gisela llegaron con quesadillas y tlacoyos, ya todos habíamos expuesto, fijado y lavado por lo menos una imagen y aunque las condiciones del día no eran las más favorables y los tiempos de exposición fueron largos  (no salió el sol y hubo lluvia) las imágenes salieron mejor de lo que esperábamos. Después de comer nos concentramos en ayudar a Gisela y Maia para que al menos tuvieran una imagen de albúmina para su colección. No me di cuenta en qué momento se me quitó la desesperación, pero creo que fue cuando empezamos a trabajar con las albúminas, esto me recordó los largos tiempos que me pasaba en el cuarto oscuro cuando cursé el seminario taller de conservación de fotografía con Fernando Osorio, trabajaba antes de las clases exponiendo y revelando imágenes a diestra y siniestra sin tener ninguna metodología establecida. Sólo recuerdo que pasaba horas y no me daba cuenta del correr del tiempo.
Al final del día todos teníamos al menos una imagen de albúmina y logramos un trabajo en equipo muy organizado. Además de realizar un proceso fotográfico que me parece mágico se formó un lazo amistoso con mis compañeros de la especialidad por quienes siento un profundo aprecio.

Beatríz Torres Insúa